RAÚL RODRÍGUEZ
Ha sido tal la cantidad de errores cometidos por Samuel García durante los últimos meses que ya desgastó su base electoral y cosechó el repudio o distanciamiento, por decir lo menos, de quienes eran o solían ser sus aliados.
Acaso su ruptura más relevante sea con los empresarios de Nuevo León, quienes en público y en privado ya han dejado clara su molestia por la incapacidad del gobernador para construir acuerdos y evidenciado gran disgusto por su inmaduro desempeño y la frivolidad que lo han caracterizado.
Pero la reinstalación de la inseguridad y la violencia en el estado es sin lugar a duda el tema que los hace trinar de rabia.
El malestar con el gobernador de Nuevo León ha alcanzado a liderazgos y militancia de su propio partido, Movimiento Ciudadano, donde hay preocupación por su comportamiento.
Al fundador de MC, Dante Delgado, le inquieta cada vez más que como partido, el suyo no alcance siquiera el siete por ciento de la votación nacional (según promedio de encuestas de Polls.mx), lo que en términos prácticos significa mucho menos dinero público del que esperaban y menos posiciones legislativas.
Para no ir más lejos: está en riesgo la propia senaduría de Dante Delgado. Y es que cómo explicar en Veracruz (que es el caso) o en Chiapas o en cualquier otra entidad de la república, que un gobernador de la llamada “nueva política” aparezca de la nada y se deje ver con una camioneta Tesla de casi dos millones de pesos que, por más maromas que Samuel García ha dado, no ha podido explicar cómo se hizo de ella.
Por ese tipo de hechos fue que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, se deslindó hace semanas, de forma contundente, de lo que están haciendo en MC, el partido que lo llevó al poder, destacando que él es un político serio y que esas cosas del “fosfo fosfo” (ocurrencia de Mariana Rodríguez, esposa de Samuel García y candidata a la presidencia municipal de Monterrey), le parecen “payasadas”.
Precisamente por el vínculo de Mariana y Samuel con el candidato presidencial de MC, es que el gobernador Alfaro se ha alejado de Jorge Álvarez Máynez y de su campaña, lo que sin lugar a duda impactará en los números totales de este partido en las próximas elecciones del 2 de junio.
Pero de todos los errores cometidos por el gobernador de Nuevo León (luego de fracasar en su intento de obtener permiso del Congreso estatal para separarse del cargo y contender como candidato presidencial, pero dejando como interino a su secretario general de gobierno), quizás el más relevante haya sido imponerle a su esposa Mariana Rodríguez la obligación de ser la candidata a la alcaldía regiomontana.