- Servando Hernández personaliza muñecas con rostros icónicos; cada pieza es única, confeccionada de manera artesanal.
El Universal
PACHUCA, Hgo.
Servando Hernández, es un artista visual y coleccionista, hoy ha alcanzado reconocimiento por su fascinación hacia las muñecas Barbie. Con más de mil piezas en su colección, este creador destaca por personalizar muñecas con rostros icónicos como María Félix, Belinda y otros famosos, convirtiéndolas en auténticas obras de arte.
La pasión de Servando por las Barbies tiene raíces familiares. Su abuela, quien llegó a poseer más de 300 muñecas, le heredó parte de su colección al fallecer, mientras que el resto fue vendido. Fue ella quien comenzó a intervenir las muñecas confeccionándoles ropa. Sin embargo, Servando profesionalizó este gusto, transformándolo en un arte y una forma de vida.
Comenta que, aunque sabía del fanatismo que despierta Barbie, fue al adentrarse en este mundo que entendió su impacto en millones de personas. Su habilidad para customizar muñecas llamó la atención de la marca, que lo ha invitado a participar en convenciones.
El cuidado en cada detalle considera es fundamental para entregar un trabajo pulido que refleje no sólo calidad, sino también buen gusto. Hoy su nombre resuena entre otros coleccionistas.
Cada pieza de su colección es única, confeccionada de manera artesanal, pero con un nivel de calidad que supera incluso a las creaciones originales de la marca.
Gusto por los juguetes
Desde niño, Servando ya mostraba su inclinación por coleccionar, aunque en ese entonces su interés eran los Hot Toys. Más tarde abrió una tienda donde comenzó a vender algunas piezas de la colección de su abuela, lo que le permitió comprender la magnitud del fenómeno Barbie.
Aunque inicialmente estudió diseño industrial, dejó esta carrera para dedicarse al arte plástico. Hoy, las Barbies personalizadas son su lienzo y su plataforma creativa.
Cuenta con dos talleres, uno en Pachuca, donde se encuentra su colección y otro más en la Ciudad de México. En esos talleres es donde se desarrolla la magia, telas de colores, una máquina de coser, patrones que forman parte del día a día de este artista.
Aunque considera que son más de mil piezas confiesa que en el número 300, perdió la cuenta. Colocadas cuidadosamente por toda la casa, las Barbies no sólo son un juguete sino forman parte del entorno.
Cada muñeca personalizada comienza con la elección de una base que se asemeje al modelo deseado, considerando facciones, tono de piel y cabello. Una vez seleccionada, se borra su rostro y se inicia el proceso de diseño, que incluye la creación de bocetos detallados.
Uno de los pasos más complejos es la colocación del cabello, que se realiza mechón por mechón. Intervenir una muñeca, precisa que puede tardar hasta dos meses en completarse. Asimismo, la ropa se confecciona cuidadosamente con telas delgadas y proporcionales a la escala de la muñeca, lo que garantiza un resultado perfecto.
Entre las piezas más emblemáticas de Servando está una María Félix con un nivel de detalle sorprendente, incluyendo el icónico collar de víbora, elaborado en plata por artesanos de Real del Monte.
Aunque tiene un cariño especial por todas sus creaciones, confiesa que una de sus favoritas es La Sirenita, personaje al que ha dedicado parte importante de su colección.
Servando dice que la compañía creadora de Barbie permite a los artistas intervenir las muñecas siempre que no utilicen el logotipo oficial.
Precisa que cada pieza la realiza por encargo, con un mercado tanto nacional como internacional. Esta temporada puede considerarse como alta para la adquisición de este artículo.
Aunque muchas muñecas de su colección son de personas públicas, sobre todo artistas, subraya que, en su mayoría son solicitadas por fans, aunque también hay algunas famosas que le han pedido alguna pieza personalizada.
La convención Barbie en México
A pesar de que en países como Estados Unidos y Francia se realizan convenciones dedicadas a Barbie, en México no ha habido una oportunidad similar. Sin embargo, el Club de Barbie en México que se formó hace apenas algunos meses y que ya cuenta con miles de integrantes, prepara la primera convención para febrero del próximo año.
Servando Hernández destaca que esta reunión busca congregar a coleccionistas, creadores y aficionados, además de organizar subastas benéficas y promover una industria que, más allá del color rosa, genera miles de empleos y materializa sueños de muchas personas. "Barbie no es sólo un juguete, es un fenómeno cultural", concluye.