La selección femenil de Sotfbol que logró la plaza a Tokio 2020 desarrolló mucho de su talento en Estados Unidos
AGENCIAS
Aunque Donald Trump insiste en deportar a mexicanos y limitar la migración a Estados Unidos, el deporte nacional encuentra en su país un desarrollo exponencial y obtiene logros históricos como en el softbol femenil que por vez primera clasifica a unos Juegos Olímpicos y de las 15 jugadoras, 13 desarrollan su carrera deportiva allá.
“Trump podrá decir lo que quiera, pero no se imagina todo el corazón que ponemos los que nos sentimos mexicanos. Yo nací en Estados Unidos, pero mi papá y mis abuelitos son de México y por ellos yo represento al país que llevo en la sangre y nunca quisiera representar a otro que no sea México”, comenta la cátcher Sashel Palacios una de las primeras mexicoamericanas que apostó por llegar al equipo, hace siete años y cuyo padre, Fernando Palacios, jugó por nuestro país en la Selección Nacional de Beisbol.
“Empezamos a invitar a jugadoras mexicoamericanas y tres jugaron en los Centroamericanos de Veracruz 2014, y del Caribe; en 2013, después de 35 años sin ir a un evento mundial juvenil, clasificamos y terminamos en 9º; en 2015 hicimos tryouts para scoutear talentos en California y vimos que allá lo practican desde niñas con la meta de ser becadas en universidades; ese año fuimos 5º en los Panamericanos y nos empezaron a ver con más seriedad”, comenta Rolando Guerrero, presidente de la Federación Mexicana de Softbol.
Algunas fueron reclutadas de Estados Unidos y otras que radican en México han recibido ofertas para jugar en las universidades de allá; sin embargo, el proceso no sólo consistió en importar jugadoras. El equipo tiene una base de entrenamiento en Irving, California y fue admitido para jugar la liga profesional de Estados Unidos. “Crecimos mucho con eso, mucho del apoyo lo tuvimos de las Cleveland Comets que nos ayudaron en los entrenamientos”, agrega Sashel.
En el Clasificatorio de las Américas de Ottawa, Canadá, las mexicanas lograron doble hazaña: derrotaron a Puerto Rico, que les ganó el oro de los Juegos Centrocaribeños de Barranquilla 2018 y el bronce de los Panamericanos de Lima 2019 y después superaron por 2-1 al local para afianzar la histórica plaza olímpica.
El camino ha sido largo y en él inicia la cosecha radiante de sus logros, pero aún queda una prolongada senda por recorrer, pues las metas son grandes y no conocen fronteras; menos cuando el resultado del esfuerzo las invita a seguir soñando.