Agencias
Esto
Pumas ya no cree en nadie. Soportaron muchas críticas y recibieron su premio. Tras semanas de trabajo, por fin consagraron todo lo que practican y practican. Carlos González, en plan grande, adelantó a los auriazules con una jugada de pizarrón. Mayorga, en su vuelta a las canchas, amplió la ventaja. Y como si el guion fuera del director más romántico del mundo, Bryan Mendoza hizo un golazo en el último suspiro desde medio campo, 3-0 final. Andrés Lillini sacó los tres puntos en casa y mantiene a los felinos en la parte alta de la tabla, además del invicto. Además de ser el bombero que apagó el incendio al inicio del campeonato, el argentino se quedó a reconstruir la casa y su plan va viento en popa.
Pumas no especuló. Desde el inicio se hizo de la posesión del balón y las acciones de peligro. El primer aviso salió de los botines de Iturbe. Dejó a dos rivales en el césped y probó de larga distancia, aunque sin dirección de portería. Jonathan Orozco dijo presente en un mano a mano con Carlos González. Detuvo el primer intento del paraguayo y la zaga fronteriza evitó que tuviera una segunda oportunidad.
Talavera no se quedó atrás. Dio una cátedra de reflejos cuando, dentro del área, le remataron a un metro y logró sacar la mano izquierda para evitar la caída de su marco.
Con la pausa de hidratación, Dinenno casi cobra su regalo de cumpleañero. Llegó este sábado a 26 años y en un tiro de esquina, su remate pasó apenas desviado.
En la primera vez que González y Dinenno se combinaron al frente, el paraguayo quedó mano a mano con el portero de Xolos. Al momento de definir, le pegó al pasto y se perdió la más clara del cotejo.
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A Lillini e Israel López por fin les resultó su trabajo. En una jugada de pizarrón, Pumas se fue al frente y González se redimió. Tocaron en corto un tiro libre para Johan Vásquez, quien metió el centro a segundo poste, donde llegó González y limpió su error. Cabeceó y la puso en el ángulo. Con su grito, liberó la presión y la alegría tras sus constantes errores. También como parte del festejo, Lillini e Israel López, técnico y auxiliar, se fundieron en un abrazo.