AGENCIAS
ESTO
255 jugadores llegan a la NFL tras el Draft de este año; sin embargo, sólo pocos tendrán la capacidad suficiente para sobresalir en el máximo nivel.
Los reflectores estarán en el quarterback Joe Burrow, quien como primera selección global y después de la mejor temporada en la historia de la NCAA parece tener todo para triunfar en la liga con Cincinnati. La franquicia comprende que si quiere lograr el éxito necesita darle armas a su mariscal y logró mantener al receptor AJ Green. Por si fuera poco, el equipo ya cuenta con elementos comprobados como Tyler Boyd, Joe Mixon y reclutaron a Tee Higgins.
A ‘Burreaux’ sólo se le ha criticado su potencia de brazo, pero sus fortalezas como pasador abruman sus debilidades. En la conferencia colegial que más talento da a la NFL (la SEC) dominó durante 2019.
Tua Tagovailoa es otro pasador a tomar en cuenta. En Alabama irrumpió en un campeonato nacional como novato e inmediatamente se le notó talento para jugar cada domingo. Será el primer zurdo que esté en los controles de un equipo desde Kellen Moore en 2015.
El proceso rumbo al éxito para el quarterback tomará algo de tiempo, ya que Miami abrirá la temporada con Ryan Fitzpatrick. Aun así, es indiscutiblemente el futuro de los Delfines. La interrogante principal ¿Podrá mantenerse sano? Durante su etapa colegial sufrió cinco lesiones y la última, una dislocación de cadera, puso en riesgo su estatus rumbo al reclutamiento colegial.
Del otro lado del ovoide, Chase Young será el encargado de convertirse en un dolor de cabeza para los quarterbacks rivales. En 34 partidos con Ohio State logró 30.5 capturas. El programa de los Buckeyes ha dado a la NFL dos de las mejores alas defensivas en la actualidad como los hermanos Joey y Nick Bosa.
Los cuatro frontales de Washington componen la línea más sólida que tienen, detrás de ellos, salvo Landon Collins, hay poco que destacar. Sera vital la velocidad del novato para evitar que las ofensivas rivales se establezcan.
Todos coinciden en que Dallas se sacó la lotería con CeeDee Lamb; el conjunto de la estrella solitaria obtuvo a un receptor estrella sin entregar selecciones a cambio. Con la llegada de este jugador la ofensiva de los Vaqueros y Dak Prescott luce imparable. Su velocidad y juego de pies lo vuelve alguien difícil de cubrir.
Finalmente, Kansas City se coronó sin tener a un corredor establecido; para cubrir ese hueco tomaron con su primera ronda a Clyde Edwards-Helaire, cuyos principales atributos son la velocidad y escurrirse con facilidad debido a su 1.70 de estatura. Los aficionados ya esperan por ver a las nuevas joyas en este 2020.
Talento oculto en el radar
La habilidad de un gerente general sale a flote en las rondas intermedias y bajas del reclutamiento colegial. Varios jugadores tienen las cualidades para estar en la liga, pero pasan desapercibidos o su desarrollo necesita tiempo. El ejemplo más claro es Tom Brady, quien fue tomado en una sexta ronda.
Este año Indianápolis eligió a Jacob Eason (4ta ronda) para que esté una o dos campañas detrás de Phillip Rivers con la esperanza de que madure, aprenda el sistema y al final se convierta en el quarterback del futuro en la organización. Sólo el tiempo se encargará de revelar si la apuesta de Chris Ballard tiene éxito.
Otro par de destacadas selecciones de cuarta ronda son el linebacker Zack Baun y el receptor Antonio Gandy-Golden. El apoyador de Wisconsin sólo tuvo un año con gran productividad, pero si logra mantener ese ritmo podría establecerse en la defensa de Nueva Orleans, mientras que Golden brilló en su universidad. La duda con el egresado de Liberty radica en que su programa enfrenta a rivales de nivel bajo para los estándares de la NFL.
Eno Benjamin (7ma ronda) es un corredor versátil que buscará el puesto de segundo corredor en Arizona detrás de Kenyan Drake y tiene la agilidad para lograrlo. Un reclutamiento colegial exitoso suele ser la base para cualquier equipo que contiende por el Super Bowl.
