Agencias
EFE
Mientras los focos se centraban con razón en Luis Suárez, que en 20 minutos marcó dos goles y dio otro, surgió un Atlético de Madrid imponente, protagonista de un estreno perfecto y una goleada total, abierta por Diego Costa, liderada por Joao Félix y ejecutada con determinación para devorar al Granada (6-1).
Ni siquiera lamentó el penalti fallado por Saúl, ni echó de menos a Giménez, fuera del partido por Covid-19, ni se sintió menos preparado que su rival por mucho que haya hecho menos pretemporada y aún no hubiera competido, ni requirió la presencia de Suárez, que el primer balón que tocó fue la asistencia del 4-0 a Llorente y que marcó el 5-0 y el 6-1, hasta que la victoria era ya indiscutible.
No hay mejor respuesta, más rotunda o más irrebatible, para Costa o para cualquier delantero, que los goles. En eso está el ’19’ entre la melancolía de tiempos mejores y la rebelión de un tipo que hizo historia hace poco más de un lustro con el conjunto rojiblanco y con Simeone. Él insiste en lo segundo: la primera ocasión fue gol. 1-0.
En él, al borde del minuto 9, confluyeron las cualidades de las que surge el Atlético más definitivo en ataque: la presión alta, por la que un lateral, Trippier, ganó el rechace de la defensa rival; la velocidad, con la que recibió Correa (ganó el pulso esta semana por el puesto titular en la banda derecha titular a Marcos Llorente) y a la vez soltó el centro; y la pegada, con el buen testarazo de Costa.
Este domingo la tuvo desde el inicio. La mostró Joao Félix, brillante, fino, activo, atrevido y rompedor, conectado con Costa en más ocasiones de las que se recuerda en casi todo el curso anterior, aparte de la fenomenal asistencia que puso a Correa ante el 2-0 en el comienzo del segundo tiempo y aparte de los regates que hizo.
Todo apunta a lo primero, porque, en cuanto regresó a la escena para la segunda parte, golpeó con autoridad… Y talento. No se entiende tal jugada sin la precisión que tuvo el Atlético, con una decena de pases sin interrupción rival, pero tampoco sin el ingenio de Joao, cuyo centro promovió el 2-0 a Correa, asistente y goleador.
El Atlético se desató. Joao Félix redondeó su sobresaliente partido con un 3-0 de clase, con un recorte que dejó por los suelos a su marcador… Y debutó Luis Suárez. Entró en el minuto 70:06. Ni siquiera había llegado al minuto en el campo, cuando su primer balón propuso el 4-0 de Marcos Llorente. Y ni siquiera había llegado al cuarto de hora, cuando cabeceó el 5-0. Aún hizo el 6-1. Un fenómeno.