AGENCIAS
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Pasaron dos meses desde su último partido y por un instante parecía que podría volver, pero finalmente Drew Brees anunció su retiro de la NFL.
El quarterback de 42 años dio su adiós a la liga a través de una carta en Instagram y un video de sus hijos: «Después de 20 años como jugador en la NFL y 15 con los Saints, es tiempo de retirarme del futbol americano».
En su despedida expresa a Nueva Orleans: «Cada día entregué mi corazón y alma en ser su quarterback. Hasta el final, me entregué exhaustivamente para dar todo lo que tenía por la organización de los Saints, mi equipo y la gran ciudad de Nueva Orleans».
Brees se va como una de los más grandes de la historia y deja los récords de yardas por aire (80 mil 358), envíos completos (7 mil 142) y es segundo en pases de anotación (571).
Desde hace tres años se rumoró que daría un paso al costado, pero las eliminaciones dolorosas en playoffs ante Minnesota (2018, 2020) y Los Ángeles (2019), lo trajeron con la consigna de «un intento más».
En la temporada pasada logró llegar hasta la ronda divisional, pero en el camino sufrió once costillas rotas y un pulmón perforado.
Al final, en su carrera queda cómo ayudó en la reconstrucción de Nueva Orleans. Cuando llegó en 2006, la ciudad estaba destrozada por el Huracán Katrina, de igual manera que el equipo, sin embargo, su llegada cambió el rumbo de una organización históricamente perdedora.
Después de convertir junto con el coach Sean Payton a los Saints en una franquicia competitiva, lograron coronarse en el Super Bowl XLIV ante los Potros de Indianápolis.
Antes de su leyenda, parecía que su paso por la NFL duraría poco tiempo debido a que en sus etapas con los Chargers sufrió una lesión en un hombro que puso en duda su futuro. La organización lo dejó ir.
Los Dolphins tuvieron interés en él, pero pesaron más las dudas acerca de su salud. Nueva Orleans le tuvo la confianza y les dio 15 años de gran nivel.
A Drew Brees sólo le espera el Salón de la Fama en su primera oportunidad.