Uno de los mayores desafíos que enfrentan los niños y niñas en México es la pobreza. Según el CONEVAL, casi la mitad de los niños y niñas en nuestro país viven en situación de pobreza. Esto significa que muchos de ellos no tienen acceso a servicios básicos como la alimentación adecuada, servicios de salud y educación de calidad.
La falta de acceso a la educación es otro gran problema en México. Según el INEGI, más de un millón de niños y niñas de entre 6 y 14 años no estaban inscritos en la escuela en 2020. La falta de recursos económicos, la falta de infraestructura educativa en zonas rurales y marginadas, la discriminación y exclusión de ciertos grupos étnicos y culturales son algunas de las causas de esta situación. Los niños y niñas que no tienen acceso a la educación y otros servicios básicos tienen menos oportunidades de desarrollar habilidades que les permitan tener éxito y contribuir a sus comunidades.
Además, la violencia y la inseguridad son otros desafíos importantes que enfrentan en nuestro país. La violencia intrafamiliar, en las escuelas y en las comunidades puede tener un impacto negativo en la salud mental y emocional de los niños y niñas. La inseguridad en las comunidades también puede limitar su capacidad para jugar libremente, lo que es esencial para su desarrollo.
Es importante que como sociedad, tomemos medidas para garantizar sus derechos. Además, es fundamental que la educación que reciban los pequeños les brinde habilidades prácticas como la alfabetización, las matemáticas y la tecnología, así como habilidades sociales y emocionales como la empatía, la colaboración y la resolución de conflictos.
Otro aspecto importante a considerar es el impacto de la tecnología en la educación. Si bien la tecnología puede ser una herramienta valiosa para el aprendizaje y la conexión global, también puede crear brechas digitales y aumentar la exposición a la violencia y el acoso en línea. Es importante que se promueva un uso responsable y seguro.
Como líderes y miembros de la sociedad, todos tenemos un papel que desempeñar en garantizar los derechos de los niños y niñas en México. Debemos trabajar juntos para crear un entorno en el que puedan crecer, desarrollarse y alcanzar su máximo potencial. Sólo entonces podremos construir un futuro más justo y equitativo para todos. Sé el adulto que necesitaste cuando eras un niño/niña.
Cada uno de nosotros tiene la capacidad de marcar la diferencia en la vida de un niño o una niña. Ya sea a través de una pequeña acción o de un gesto significativo. Ser alguien en quien puedan confiar, que les escuche, que les apoye y que les brinde un ambiente seguro y amoroso para su crecimiento y desarrollo. Significa ser un modelo positivo para ellos, dejemos atrás los modelos tradicionales como el ser un superhéroe o una princesa de cuento. Mostrémosles historias reales de gente que lucha por hacer una diferencia en su entorno. Este tipo de ciudadanos son los que necesitaremos en el futuro.
POR MICHELLE FERRARI