LILIANA CORONA SAYUNE
Nanchital
Será inevitable el desalojo que se realice en el predio El Rodeo, donde desde hace un mes, 200 familias mantienen posesión de la propiedad federal que está bajo jurisdicción de la sección 11 del Sindicato Petrolero,
pues por cuestiones de seguridad, personal de Pemex, continúa con el exhorto a los paracaidistas, quienes han sido convocados a defender el terreno, incluso utilizando la violencia.
El director de Protección Civil de Nanchital, Guillermo Arévalo Balderas, dijo que personal especializado en materia de seguridad de Petróleos Mexicanos, continúa realizando las labores de exhorto a las familias que se han asentado en la zona conocida como Plaza de Toros, por donde corren ductos activos de la paraestatal.
Dijo, que se la situación también ya tiene conocimiento protección Civil del Estado, ante la resistencia que han puesto las personas reincidentes en apoderarse del terreno, las cuales son lideradas por Rosendo Aquino.
Cabe resaltar, que dentro del predio invadido, se ubican dos líneas de ductos activas, una 24 pulgadas que transporta gas natural y que es la principal foco de peligrosidad y una de Etileno, de 4 pulgadas.
SE DEFENDERAN PARACAIDISTAS
Las familias que han comenzado a realizar la construcción de viviendas, hechas con trozos de maderas, láminas, lonas, trapos y materiales casi desechables, han sido convocadas por su dirigente, Rosendo Aquino y el nanchiteco Andrés Morales, mejor conocido como "Mana Maná", a responder de manera violenta al momento que intenten ser desalojados.
En las reuniones que han sostenido los invasores, a quienes ya no les permiten el paso de celulares o cámaras fotográficas, desde que circuló un video en una página informativa local, han solicitado armarse con palos, machetes y piedras, para defender los terrenos al momento de que intenten ser desalojados.
La invitación a responder con violencia ante el posible uso de la fuerza pública para ser desalojados, pone en peligro a los niños, pues los líderes han expuesto que de primera mano deben poder de barrera a los infantes para evitar una agresión por parte de los uniformados.