En el Clausura 2015, se mantienen en zona de Liguilla, al ocupar el quinto puesto del certamen.
MÉXICO, D.F., marzo 23 (EL UNIVERSAL)
Para Ricardo Peláez, dos vapuleadas en contra y haberse comido siete goles en cuatro días, significa que hay sólo un problema y no una crisis en el América. Argumento por el cual respalda a Gustavo Matosas para continuar como técnico de las Águilas.
“Nosotros nunca hemos tomado decisiones en caliente, por eso ahora vengo a decir que Matosas está sólido. Apoyamos su continuidad como la apoyan los jugadores”, aclara el presidente deportivo azulcrema.
El uruguayo puso su continuidad en la mesa de la dirigencia emplumada luego de sufrir dos descalabros por 3-0 ante el Herediano de Costa Rica y el Veracruz 4-0.
Peláez hace notar que en el Clausura 2015, pese a que han anotado dos goles en los últimos cinco partidos, se mantienen en zona de Liguilla, al ocupar el quinto puesto del certamen.
Además, en la Concachampions —resalta—, las Águilas tienen vida, aunque se encuentran contra las cuerdas, tras caer 3-0 de visita ante el Herediano. En la vuelta, los americanistas deberán ganar por el mismo marcador para forzar los tiempos extras o 4-0 para avanzar a la final.
“Sí venimos de dos derrotas muy dolorosas [contra los ticos y Veracruz]. No podemos hablar de fracaso, ni de crisis. Falta el juego de vuelta en la Concacaf y faltan muchos partidos de Liga. Vamos a platicar y que los jugadores se comprometan, tenemos con qué salir adelante”, defiende el ex comentarista de televisión.
Matosas justifica el haber puesto en entredicho su continuidad, tal y como en sus tiempo en León donde acostumbraba amagar con dejar su cargo.
Acepta que sufrió en los partidos jugados en Heredia y el puerto jarocho. Es más, dice que sólo ha disfrutado tres duelos de los 11 que van en el Clausura 2015, por lo que decidió dejar en manos de Peláez su futuro.
“Fue un acto de reconocimiento poner el cargo en la directiva. Estuvimos en contacto el fin de semana, la primera reacción de Ricardo en el partido fue que mantuvo la calma, me dijo que estuviera tranquilo, nos juntamos a comer en su casa, fue una charla buena, y lo que espero es que vengan cosas buenas”, explica el timonel uruguayo.
“De vez en cuando hay que reinventarte en todos los aspectos, lo vivido ya está. Hay que reinventarnos, nuevas cosas que beneficien al equipo, uno no debe tener miedo de decir lo que está pensando, mi terapia es decir lo que pienso”, añade.
Dentro de la búsqueda de resurgir, Gustavo Matosas sólo descarta un hecho: cambiar su idea futbolística agresiva en la búsqueda de espectáculo y de “ganar, gustar y golear”. Hasta el momento, su fórmula le ha dado resultado al uruguayo en dos de los 15 partidos oficiales en los que ha dirigido al América [5-0 a Chiapas y a Saprissa 3-0].
“Tengo una idea de juego que me trajo al América, creo que es lo que hizo que la Directiva se fijara en mí”, manifiesta el timonel azulcrema.
“No cambiaré nada, pero haré más énfasis para que lo entienda el jugador, tengo una manera y me voy a morir con esa manera, no tengo pensado en cambiarla en 10 o 15 años”, ahonda.
Matosas tiene 54 por ciento de efectividad en el Clausura 2015. Veracruz y el Herediano le llenaron la canasta de goles. Pero en Coapa hay tranquilidad, al menos eso quiso aparentar Ricardo Peláez, al darle respaldo un entrenador que le dejó en su mesa ese cargo.
Causas de la fiebre amarilla
—Matosas se ha equivocado. “Sí me ha faltado, pero me lo voy a reservar. Sería fácil echarle la culpa a los jugadores cuando las cosas no funcionan. Sí me ha faltado y espero mejorarlo estos días”, reconoce Gustavo Matosas.
—Rivales superiores. América ha sido superado “en lo futbolístico y en la intensidad”, según Ricardo Peláez.
—Falta de determinación. Jugadores azulcremas han caído en falta de actitud. “Si pudiera pedir algo es determinación”, asegura el técnico azulcrema.
—Futbolistas “morosos”. Matosas aún espera más de sus “grandes jugadores” que tiene en su plantel.
—Indisciplina. En las goleadas sufridas, resalta Peláez, “hemos terminado los partidos con 10 jugadores”.
—Necesidad de cerrar filas. “No estoy peleado con Peláez”, asegura Matosas al tiempo que menciona la necesidad de que sus pupilos muestren “disposición”.