Atlético y Real Madrid no pasaron del 0-0 en la cancha del Vicente Calderón, en el juego de ida de los Cuartos de Final de la Champions League.
Madrid, España | El Universal
Atlético y Real Madrid igualaron sin goles en el primer asalto de los cuartos de final de la Liga de Campeones de futbol tras un duelo en el que los blancos lamentaron su falta de contundencia en la primera mitad.
El Real Madrid fue el dueño del partido hasta el descanso y el arquero esloveno Jan Oblak salvó al Atlético con varias atajadas extraordinarias, mientras la segunda mitad estuvo más equilibrada. El Santiago Bernabéu dictará sentencia en la vuelta la próxima semana.
El estadio Vicente Calderón reunió a los dos últimos finalistas de la Liga de Campeones y el encuentro no defraudó. Al menos, en el aspecto emocional. Otra cosa fueron los argumentos futbolísticos. En este sentido, el Real Madrid tuvo más, pero echó de menos definición y una mejor versión de un apagado Cristiano Ronaldo.
En la primera parte, el conjunto visitante cumplió con todo el plan que preveía a excepción del gol. Encontró solidaridad en todo el equipo, los laterales subieron, recuperó pronto el balón, supo administrar la posesión, acumuló remates... Hizo todo menos marcar, que es lo que cuenta en el fútbol, y más en las eliminatorias.
El Atlético de Madrid sólo encontró una cosa que celebrar al descanso: el resultado. Su gran protagonista fue Oblak, quien realizó cuatro intervenciones de enorme mérito. El resto del equipo estuvo inesperadamente tibio durante 45 minutos.
El conjunto de Diego Simeone no hizo daño con casi nada. Su presión fue extrañamente descoordinada y, sobre todo, no cuidó el balón en los pocos ratos que lo tuvo. Se encomendó a Oblak, quien apenas tardó dos minutos para salvar un mano a mano ante Gareth Bale. Sería la ocasión más clara de todo el duelo.
El Real Madrid ofreció buenas versiones de jugadores como Marcelo, Luka Modric o James Rodríguez, pero no encontró a sus delanteros. En cambio, el Atlético de Madrid no encontró casi nada en su plantel, sobre todo en sus centrocampistas, y sólo tuvo el brillo salvador de Oblak.
Las ocasiones del Real Madrid fueron múltiples en la primera parte, con disparos de James, Karim Benzema, Bale o Modric. Sólo la falta de puntería y el arquero rival impidieron que los blancos se fueran al descanso con ventaja.
La segunda parte se pareció más al partido que imaginó el Atlético. Estuvo más intenso y el encuentro se espesó. El duelo se paró más, hubo más fricciones y el Real Madrid tardó en leer el nuevo escenario.
Mientras Mario Mandzukic y la defensa del Real Madrid se enredaban en disputas extrafutbolísticas, el partido transcurría con un ritmo más mortecino. Los pocos fuegos que tuvo el equipo visitante los apagó Raphael Varane, impecable toda la noche. En el Atlético, lo mejor siguió siendo su defensa y el arquero.
El Atlético apeló al aspecto emocional para acabar mejor que el Real Madrid, superado en los instantes finales simplemente con fogosidad y ambición.
Fue un combate nulo en el que el Real Madrid lamentó las ocasiones desperdiciadas en la primera parte. Por eso acumuló el séptimo partido de la temporada sin vencer al Atlético, al que pareció servirle el resultado. El Santiago Bernabéu decidirá.